La masa preparada según esta receta no se pega a las manos, es fácil de trabajar y no se rompe al cocer. Los dumplings resultantes son muy suaves y tiernos, y en el segundo día, en mi opinión, aún más deliciosos. Después de congelar, el sabor es el mismo y se cocinan sin problemas. ¡Muy recomendable!
Agua
1 vaso
Harina
3 vasos
Mantequilla
50 g (o margarina)
Huevos
2 unidades
Sal
una pizca
Para preparar la masa hervida para dumplings y empanadillas, en una cacerola pequeña, agregamos agua, mantequilla, una pizca de sal y llevamos todo a ebullición.
Cuando el agua esté hirviendo, añadimos 1 vaso de harina y mezclamos rápidamente para que no queden grumos. Es más fácil hacerlo con un tenedor. Retiramos del fuego y esperamos un tiempo para que la mezcla se enfríe un poco.
Luego agregamos los huevos uno por uno, mezclando bien después de cada uno.