Costillas de cerdo en glaseado agridulce

Esta receta es un imprescindible. Carne tierna en una deliciosa glaseado que combina perfectamente con la carne. ¡Una opción infalible para un plato principal en la mesa festiva! ¡Aromático y muy sabroso!

Costillas de cerdo

1,5 kg

Sal

al gusto

Ajo seco

Pimienta negra molida

Para el glaseado:

Kétchup

4 cdas.

Salsa de soja

4 cdas.

Mostaza

1 cda.

Miel

1 cdta.

Salsa Worcestershire

1-2 cdas.

Para preparar las costillas de cerdo en glaseado agridulce, lavamos la carne y la secamos con papel de cocina. Elegimos costillas carnosas, si lo deseas puedes recortar un poco el exceso de grasa de arriba.

Quitamos la fina película de la parte del hueso. Se quita bastante fácilmente, primero la levantamos con un cuchillo y luego la quitamos con la mano a lo largo de la pieza.

Al quitar esta película, la carne se marina mejor y más fácilmente.

Luego salpimentamos la carne, espolvoreamos generosamente con ajo seco y pimienta negra.

Colocamos las costillas en un horno precalentado a 200 grados (arriba y abajo) durante 1 hora.

Sacamos las costillas del horno, envolvemos cada pieza en papel de aluminio y volvemos a colocar en el horno (misma temperatura de 200 grados) durante 1 hora y 20 minutos.

Mientras tanto, preparamos el glaseado, mezclamos todos los ingredientes y llevamos al fuego. La mezcla debe hervir a fuego lento durante 5 minutos.

Si no tienes salsa Worcestershire, puedes prescindir de ella. Utiliza kétchup de tomate clásico.

Sacamos nuevamente las costillas de cerdo del horno, retiramos el papel de aluminio y untamos generosamente cada pieza con el glaseado. Por tercera vez, colocamos las costillas en el horno durante 15 minutos para que el glaseado se endurezca un poco. Pero ten cuidado, no te pases de tiempo, ya que los hornos son diferentes, ¡y el glaseado contiene miel y se dora rápidamente!