Moussaka griega

Un delicioso y muy sustancioso plato horneado, clásico de la cocina griega. Varias países, como árabes, turcos, búlgaros, disputan la autoría de este plato, pero sin duda fue inventado en Grecia. Hay muchas recetas para preparar moussaka, pero lo que destaca de este plato es la salsa de leche que le da un toque picante a este plato de carne horneada.

Para la base:

Berenjena

3-4 und.

Patata

3 - 4 und.

Para el ragú de tomate:

Carne picada

500 g (de res)

Ajo

2 dientes

Cebolla

1 und.

Tomates

500 g

Sal

Pimienta negra

molida

Perejil

1 ramita

Aceite de oliva

para freír

Para la salsa:

Mantequilla

150 g

Harina

150 g

Queso

150 g (duro)

Leche

1 l

Huevos

3 und. (yemas)

Nuez moscada

La preparación de la moussaka se realiza en tres etapas. En primer lugar, prepararemos el ragú de tomate. Hacemos cortes en forma de cruz en los tomates, los sumergimos en agua hirviendo por unos segundos, retiramos la piel y los cortamos finamente (se puede utilizar una licuadora).

Si la piel de los tomates no es muy gruesa, se pueden moler directamente sin pelar.

Tomamos una sartén grande, añadimos aceite (debe estar caliente), agregamos la carne picada y la doramos. Luego agregamos la cebolla picada finamente, el ajo y el perejil, mezclamos bien todo con la carne.

Añadimos sal, pimienta y agregamos los tomates. Mezclamos todo cuidadosamente y continuamos cocinando a fuego lento durante 15-20 minutos.

Mientras el ragú se cocina, prepararemos la salsa para la moussaka. En una cazuela grande derretimos la mantequilla, cuando esté completamente derretida, agregamos la harina, mezclamos todo con un batidor, hasta que obtengamos una masa similar a una masa espesa.

Luego agregamos poco a poco la leche, continuamos mezclando constantemente, la mezcla no debe tener grumos.

Luego agregamos el queso rallado, seguimos revolviendo hasta que el queso se derrita y todos los ingredientes se mezclen.

Y finalmente agregamos las yemas a la salsa, nuez moscada y volvemos a mezclar bien. Cocinamos un poco más la salsa y la retiramos del fuego.

Cortamos las patatas y las berenjenas en rodajas de 0,3-0,5 cm de grosor. Salamos las berenjenas y las dejamos reposar durante 15 minutos para que se vaya el amargor. Tomamos un molde apto para hornear, lo untamos ligeramente con aceite y colocamos primero las berenjenas, luego las patatas.